Nuestro planeta tiene una enfermedad respiratoria

Oct 2, 2014Noticias

02.10.14
Las excesivas emisiones de gases y el consumo de oxígeno producto de la combustión están dejando al planeta sin respirar. El cambio de tecnología del transporte es una forma de frenar esta enfermedad.

Como un enfermo respiratorio, así se podría definir hoy a nuestro planeta. El aumento excesivo de las emisiones de gases contaminantes, entre ellos el tóxico dióxido de carbono (CO2) sumado al consumo creciente de oxígeno que se genera debido a los billones de motores de combustión, hacen que los ecosistemas se estén ahogando.

Según el informe Global Carbon Project (2013), que busca ayudar a la comunidad científica internacional para establecer una base común de conocimientos para frenar la tasa de aumento de gases de efecto invernadero, patrocinado por Programa Mundial de Investigaciones Climáticas, las emisiones de CO2 provenientes de la combustión fósil y producción de cemento han aumentado a un nivel récord, estando un 61% más altas que en 1990, año en que se firmó el Protocolo de Kyoto. Este acuerdo internacional buscaba reducir las emisiones de gases que causan el calentamiento global en un porcentaje aproximado de al menos un 5 %, dentro del periodo que va de 2008 a 2012.

Según este estudio de Global Carbon Project, los países más contaminantes en materia de emisión de CO2 son China, que emite el 28% del CO2 del mundo, EE.UU, con el 14%, la Unión Europea (28 Estados miembros) que representa el 10% e India, con un 7%.

Estas emisiones quedan en la atmósfera causando la contaminación y sus efectos nocivos en la salud humana y de todo el ecosistema. “La tercera parte del CO2 emitido por la humanidad y los caños de escape, cae en la tierra y en el mar y eso provoca el fenómeno de la acidificación de los mares, que mata al fitoplancton, la base de la cadena alimenticia en el mar”, dice Luis Seguessa, Presidente de Fundación Códigos explicando algunos de las consecuencias de la polución.

La necesidad de disminuir las emisiones es evidente, así lo han confirmado la mayoría de los líderes mundiales que asistieron a la reciente Cumbre del Clima 2014 en Nueva York quienes, entre otras cosas, se comprometieron a bajar las emisiones, a contribuir a la reforestación de bosques y a cambiarse hacia energías renovables. Sin embargo, un aspecto importante del problema aún no tiene todas las medidas necesarias: el transporte, en su mayoría basado en la quema de combustibles fósiles, principal causante del consumo excesivo de oxígeno, calentamiento global y cambio climático como ha señalado la Fundación Códigos.

“Hacer bajas las emisiones también significa menor consumo de oxígeno por parte de los motores de combustión. Hoy existen otras formas de vivir ecológicamente, las cuales no están al alcance masivo por una cuestión de intereses. Hoy el ser humano se puede trasladar en vehículos totalmente ecológicos que no emitan gases y no consuman oxígeno. No basta con un cambio de combustible, hay que cambiar la tecnología, hay que pasar a los autos eléctricos urgentemente”, expresa el investigador Luis Seguessa.

Para Seguessa, quien ha denunciado la relación que hay entre el consumo de oxígeno y el deterioro de la capa de ozono, con sus consecuencias en el cambio climático, noticias como la que anunció el gobierno chino hace algunos meses son el camino que hay que seguir. Este señaló que desde este año al 2016, al menos el 30% de los vehículos que compre deberán ser eléctricos o de otras energías renovables como la solar, como una forma de disminuir la contaminación y promover el mercado de automóviles eléctricos. “China hoy puede fabricar todos los autos eléctricos que quiera con la mejor tecnología, que incluso mejoran las prestaciones de los autos a combustión (…) esta medida le da sólo dos años a los entes gubernamentales, es necesario seguir este camino y no dar plazos largos para el cambio. Los autos eléctricos existen, son mejores que los convencionales, son más baratos para fabricar y mantener por el usuario”, puntualiza Seguessa.